The Soft Moon: Explorando la Oscuridad Interior en su Música

febrero 12, 2025

El cuarto álbum de estudio de The Soft Moon, "Criminal", es una confesión inquietante y visceral. Luis Vasquez, el cerebro detrás de The Soft Moon, experimentó una infancia violenta en la desolación del desierto de Mojave en los años 80. A través del prisma de la vergüenza y la culpa persistentes desde su niñez, Vasquez documenta el angustioso sonido de la lucha interna en este álbum. Lucha contra su propia cordura, inseguridad, odio a sí mismo, y el miedo de que todo esto lo convierta en la persona que desprecia. "Criminal" es la confesión más cruda y profunda de Vasquez hasta la fecha.

Vasquez compartió: "La culpa es mi mayor demonio y me ha perseguido desde mi infancia. Todo lo que hago refuerza la narrativa de que soy culpable. 'Criminal' es un intento desesperado por encontrar la liberación confesando mis fechorías y culpando a otros por sus errores que me afectaron".

"Criminal" marca un capítulo crucial en el viaje de autodescubrimiento de Vasquez, tanto artística como emocionalmente. Cuando era un joven músico que vivía en Oakland, Vasquez comenzó a procesar los recuerdos difíciles de su infancia a través de la música. Fusionó los ritmos motorik del krautrock y la disonancia del post-punk para crear melodías hipnóticas e inquietantes. El álbum debut homónimo de The Soft Moon, lanzado a finales de 2010 por Captured Tracks, fue aclamado por la crítica e influyó en muchos artistas contemporáneos.

En 2012, llegó "Zeros", un álbum conceptual sobre el fin del mundo. Poco después, Vasquez se mudó a Venecia, Italia, en 2013, preparando el escenario para el lanzamiento de "Deeper" en 2014. Mientras que los álbumes anteriores eran predominantemente instrumentales, con la voz de Vasquez mezclada en la música como otro instrumento, "Deeper" marcó el comienzo de una nueva dirección musical donde la voz y las letras tomaron mayor protagonismo. "Deeper" fue un viaje a las profundidades de la mente, enfrentando traumas infantiles, ansiedad y miedo. Aunque Vasquez sobrevivió a esta oscura exploración, no regresó ileso.

Colaborando nuevamente con Maurizio Baggio, quien produjo "Deeper", en La Distilleria en Bassano Del Grappa, Italia, "Criminal" ve a Vasquez continuar explorando poner las letras en primer plano y dejar que sus emociones crudas fluyan. El álbum se abre con una confrontación con uno mismo a través de implacables líneas de bajo y voces abrasadoras en "Burn"; una canción que evoca una pérdida de control casi demoníaca: "Ojos, reflejando mi ser, y está quemando". En esta canción, la culpa de Vasquez se profundiza, culminando en: "Fuego, el infierno es donde viviré, así que estoy quemando".

"Burn" es seguida por "Choke" con su bajo ácido, ritmos mecánicos y la parálisis de la cocaína, una droga con cuyos oscuros recovecos Vasquez no es ajeno. La siguiente pista, "Give Something", es una balada oscura desde las profundidades del alma, con letras desesperadas y desgarradoras, buscando esperanza en un mar de vergüenza.

El álbum continúa el conflicto interno temático en la instrumentación industrial/EBM y un bajo de tono muy distorsionado de "Like a Father", una canción que refleja la ira de Vásquez hacia su padre ausente. "Esta cabeza es un problema / Él es el fantasma de mi problema / Tiene que haber algo que deba renunciar" suplica Vasquez mientras las guitarras rugen evocando sierras mecánicas antes de que las líneas finales de la canción busquen el cierre: matar al padre dentro de sí mismo.

El álbum concluye con la canción principal "Criminal"; una resignación desesperada a la culpa; dolorido, roto y magullado, con la letra confesando: "Así es como crucé la línea, así es como abrí mi mente, este es el camino a mi declive, así es como me desmorono". La canción, como el álbum en sí, es la forma en que Vasquez asume la responsabilidad y busca la redención por el abuso que se inflige a sí mismo, y reconoce las raíces del abuso que le infligieron de niño, que lo destrozó.

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