El dolor de cuello es uno de los problemas de salud más comunes y costosos. Aunque los collarines cervicales blandos parecen ser una intervención benigna, pueden causar efectos secundarios, especialmente cuando se usan durante períodos prolongados. Muchos médicos confían en la evidencia anecdótica de su utilidad clínica y los collarines cervicales blandos a menudo se recetan de forma rutinaria para pacientes que se quejan de dolor de cuello. El uso de collarines cervicales blandos para el dolor de cuello sigue siendo controvertido. Este artículo revisa la evidencia y la investigación actuales con respecto a la recomendación de collarines cervicales blandos para el dolor de cuello con diversas etiologías.
Los collarines cervicales blandos permiten el rango de movimiento más cercano a lo normal. Hasta el 76% de los pacientes informan alivio del dolor con su uso. Si bien los collarines pueden tener beneficios sintomáticos, no hay evidencia de resultados a largo plazo.
Sin embargo, los collarines cervicales blandos pueden tener efectos secundarios, especialmente cuando se usan durante períodos prolongados. La inmovilización prolongada puede provocar patología secundaria relacionada con la atrofia muscular. La patología secundaria relacionada con la atrofia muscular después de la inmovilización en yeso cerrado se ha descrito en músculos, huesos, cápsulas articulares y tejido tendinoso.
Los collarines rígidos a menudo se recetan para la estabilización de la columna cervical después de un traumatismo, cirugía o fractura/dislocación. Se han informado numerosos efectos secundarios con los collarines rígidos, incluidos dolor, restricción respiratoria, isquemia tisular, dificultad en los cuidados de enfermería, aumento del riesgo de aspiración y alto costo.
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El uso de collarines cervicales blandos para el dolor de cuello es un tema controvertido. La investigación existente en esta área generalmente sugiere un papel limitado para los collarines. El mecanismo de la lesión, la presentación clínica y la respuesta al uso del collarín pueden variar según el diagnóstico y la causa del dolor de cuello.
Para los pacientes con lesiones por latigazo cervical, la mayoría de los estudios muestran que la movilización temprana y la actividad son mejores que la inmovilización y el uso de un collarín cervical blando. Sin embargo, estudios más recientes no han encontrado ningún beneficio a largo plazo del tratamiento activo temprano en comparación con la inmovilización. Por lo tanto, no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la eficacia de los collarines cervicales blandos en esta población.
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Nuestra conclusión es que los collarines cervicales blandos no deben recomendarse ampliamente para todos los pacientes con latigazo cervical. Sin embargo, para los pacientes que los encuentran útiles para el alivio sintomático, el uso de un collarín cervical blando durante 10 días o menos no ha demostrado tener ningún impacto adverso.
Los collarines rígidos tienen un papel claro en el manejo agudo de pacientes traumatizados para prevenir la inestabilidad de la columna cervical. También pueden desempeñar un papel en el tratamiento conservador de ciertos tipos de fracturas cervicales, como las fracturas de odontoides no desplazadas y las fracturas de cuerpo de C2.
Algunos estudios sugieren que los collarines rígidos pueden desempeñar un papel en el manejo conservador de la radiculopatía cervical. Sin embargo, todavía faltan pruebas suficientes para apoyar su uso rutinario. Se necesita más investigación para pacientes con dolor de cuello axial no traumático y dolor radicular con o sin traumatismo para comprender el papel que los collarines blandos pueden desempeñar en su manejo.