Los huevos mollet son una delicia con la clara cocida y la yema líquida, suave como crema y de un color dorado brillante. Su sabor es una combinación maravillosa entre mantequilla y queso derretido, ¡verdaderamente irresistible! Los huevos mollet no son solo para el desayuno. Puedes disfrutarlos con tostadas, añadirlos a arroz, ensaladas, sopas (¡como ramen!) o simplemente como un aperitivo rápido.
Cocinar huevos mollet toma alrededor de seis minutos para que la clara esté completamente cocida y la yema aún líquida, o 3-5 minutos si prefieres una clara más suave, ligeramente líquida cerca de la yema. El tiempo de cocción de los huevos mollet también depende del tamaño del huevo y de la técnica de cocción. La siguiente receta es para huevos de gallina grandes, aún fríos de la nevera. En Estados Unidos, los huevos de gallina grandes pesan entre 56 y 62 gramos. Puedes utilizar este método para huevos de otros tamaños, pero tendrás que ajustar el tiempo, aumentándolo o disminuyéndolo según el tamaño del huevo. Otros factores que pueden afectar el tiempo de cocción incluyen la altitud sobre el nivel del mar, el tipo de utensilio de cocina, si se ponen los huevos en agua fría o caliente y la temperatura inicial de los huevos. Comienza con seis minutos para huevos grandes y ajusta el tiempo hasta que encuentres el tiempo exacto necesario para lograr tu huevo mollet perfecto.
La mitad del tiempo al cocinar huevos es solo esperar a que hierva el agua, por lo que es mejor utilizar una combinación de agua hirviendo y vapor. Para crear vapor, solo necesitas una pulgada de agua en la olla, el agua hervirá en solo un par de minutos en lugar de varios minutos para una olla llena de agua. El vapor del agua hirviendo luego queda atrapado debajo de la tapa, rodeando los huevos y cocinándolos de forma rápida y uniforme como una olla llena de agua. Este método de cocción rápida al vapor te permite cocinar huevos mollet en solo seis minutos, o el tiempo que tardas en preparar una taza de café o tostar una rebanada de pan.
Cómo hacer huevos mollet perfectos – Guía paso a paso:
Añade una pulgada de agua a una olla. Sí, solo necesitas UNA PULGADA de agua. Utiliza la olla más pequeña que tengas donde quepa la cantidad de huevos que vas a hacer, para que queden en una sola capa en el fondo de la olla. Tapa la olla y pon el agua a hervir a fuego alto. Cuando el agua esté hirviendo, coloca suavemente los huevos en la olla. Usar pinzas o una cuchara ranurada te ayudará a hacer esto más fácilmente sin quemarte los dedos.
Después de poner los huevos en la olla, vuelve a tapar y pon un temporizador durante seis minutos. La tapa retiene el vapor, rodeando los huevos con una temperatura uniforme, lo que ayuda a que los huevos se cocinen rápida y uniformemente.
Después de exactamente seis minutos, apaga el fuego y con unas pinzas saca los huevos y colócalos en un baño de hielo. Deja que los huevos se enfríen hasta que ya no estén demasiado calientes para manipularlos, o déjalos en el baño de hielo hasta que estés listo para comer. Solo asegúrate de no dejarlos a temperatura ambiente después de cocinarlos al vapor, de lo contrario, seguirán cocinándose con el calor residual y la yema seguirá endureciéndose.
Golpea suavemente el huevo sobre una superficie dura para agrietar la cáscara, luego pela suavemente. Tendrás que ser delicado porque el interior aún está líquido y el huevo estará un poco blando y suelto. Comienza a pelar por el extremo más ancho, donde suele haber una burbuja de aire que separa la cáscara de la clara, y crea un punto fácil para separar las dos partes. Enjuaga rápidamente después de pelar para eliminar cualquier trozo de cáscara.
Los huevos mollet se conservan en el refrigerador durante unos dos días. Para recalentar huevos mollet refrigerados, simplemente repite el proceso de cocción original con la mitad del tiempo. Hierve aproximadamente una pulgada de agua en una olla pequeña, añade los huevos y cocina al vapor durante 3 minutos en lugar de seis. Los huevos mollet combinan muy bien con muchos alimentos diferentes, puedes añadirlos a casi todas tus comidas. Puedes añadir huevos mollet a todo, desde fideos, arroz hasta ensaladas y tostadas. Cuando rompes la yema dorada y líquida, es como añadir una deliciosa salsa a tu comida.