Las habilidades son características aprendidas o mejoradas que las personas utilizan para realizar tareas o mantener relaciones de trabajo positivas con los demás. Las habilidades blandas, también conocidas como habilidades interpersonales, son aptitudes y capacidades relacionadas con tu personalidad y que te ayudan a construir buenas relaciones con los demás. Las habilidades blandas no se limitan a un puesto de trabajo y pueden beneficiarte en cualquier entorno laboral. Las habilidades duras, o habilidades técnicas, son habilidades y conocimientos que se pueden medir a través del aprendizaje y pueden ser específicas de un trabajo o tarea. Cada persona tiene habilidades importantes para el trabajo y para su desarrollo independiente. Estas habilidades también pueden hacerte destacar en tu búsqueda de empleo.
Las habilidades duras son capacidades que se pueden enseñar, se pueden medir y son necesarias para funciones específicas. Ejemplos de habilidades duras incluyen el diseño asistido por ordenador (CAD), la gestión de redes sociales, el dominio de Microsoft Office, las habilidades de soldadura o el dominio de un idioma extranjero como el francés.
Las habilidades blandas son rasgos de personalidad desarrollados que influyen en la forma en que trabajas de forma independiente y con los demás. Algunas habilidades blandas importantes incluyen la adaptabilidad, la gestión del tiempo, la comunicación, el liderazgo y la flexibilidad.
Puedes aprender habilidades duras a través de ejercicios en la escuela, cursos en línea, viendo vídeos tutoriales, clases impartidas por organizaciones locales o incluso aprendiendo en el trabajo. Los cursos de habilidades blandas son cada vez más populares, pero la mayor parte del desarrollo de las habilidades blandas proviene de trabajar con otras personas y requerir retroalimentación o críticas constructivas. Esto puede requerir que salgas de tu zona de confort, pero la conciencia y la autorreflexión sobre las habilidades blandas pueden ayudarte tanto en el trabajo como en las áreas de tu vida personal.
Cuando solicitas puestos de trabajo y participas en entrevistas, querrás demostrar que tu conjunto de habilidades puede beneficiar al empleador y ayudarte a tener éxito en el nuevo puesto. Piensa en las habilidades que tienes y haz una lista de las que coinciden con las características que se buscan en el nuevo puesto. Por ejemplo, si estás solicitando un puesto de Recursos Humanos, enumerar las habilidades de soldadura en tu currículum sería interesante, pero hay habilidades más relevantes como la contabilidad, la programación, la comunicación o la resolución de problemas.
Cuando hables de tus habilidades, intenta demostrar su impacto. Por ejemplo: "Mientras lidiaba con la escasez de personal posterior a la pandemia, escuché las necesidades e inquietudes de los empleados y organicé los horarios para adaptarlos a sus mejores intereses, minimizando el absentismo y reduciendo la rotación para aumentar las ventas durante los períodos de alta demanda." Este ejemplo demuestra habilidades blandas como la escucha activa y la adaptabilidad, así como habilidades duras como la programación y la contabilidad. Antes de ir a una entrevista, practica ejemplos de cómo has demostrado habilidades importantes en el lugar de trabajo.