La aparición de una masa blanda en la pata de un gato después de la cirugía puede ser un signo de varios problemas, desde una reacción normal posterior a la inyección hasta complicaciones más graves como el sarcoma en el sitio de inyección (FISS). Comprender las causas y el tratamiento oportuno ayudará a proteger la salud de tu gato.
Después de la vacunación o la cirugía, algunos gatos pueden desarrollar una pequeña masa dura en el sitio de la inyección. Esto suele ser una reacción inflamatoria local y desaparecerá por sí sola en unas pocas semanas. Sin embargo, si la masa persiste durante más de tres semanas, crece en tamaño o causa dolor al gato, es necesario llevarlo al veterinario para que lo revise de inmediato.
Las reacciones secundarias leves comunes después de la vacunación incluyen hinchazón y molestias en el lugar de la inyección, fiebre leve, fatiga y pérdida de apetito. Las reacciones más graves pero menos comunes incluyen vómitos y diarrea persistentes, urticaria, hinchazón facial, dificultad para respirar y desmayos. Estos son casos de emergencia médica y es necesario contactar con un veterinario de inmediato.
El sarcoma en el sitio de inyección felino (FISS) es un tipo de cáncer poco común que puede desarrollarse después de una inyección, incluidas las vacunas. Aunque la causa exacta no se ha determinado, se cree que el proceso inflamatorio asociado con la inyección puede llevar a la formación de un sarcoma.
Estudios recientes sugieren que las vacunas y otras sustancias inyectables son factores de riesgo para el FISS. En algunos gatos, la introducción de sustancias en la piel puede causar inflamación. Se plantea la hipótesis de que esta inflamación no se controla en algunos gatos, y esto podría explicar por qué se transforma en sarcoma. Para la gran mayoría de los pacientes, la vacunación tiene un riesgo bajo y no se conoce ninguna vacuna que esté completamente libre de riesgos.
El FISS generalmente se trata de manera agresiva y rápida con cirugía, radioterapia o quimioterapia. Se considera que la cirugía temprana, antes o después de la radioterapia, es la más efectiva. La detección temprana y el tratamiento oportuno son factores importantes para un buen pronóstico.
Los veterinarios recomiendan ajustar los programas de vacunación para cada gato individualmente para proteger su salud, al tiempo que se evitan las vacunas innecesarias y se reduce el riesgo de desarrollar FISS. Para los gatos que han tenido FISS, los veterinarios pueden considerar el uso de vacunas sin adyuvantes o vacunas no inyectables.
Vacunar a los gatos es muy importante para protegerlos de enfermedades infecciosas peligrosas. Sin embargo, los dueños deben hablar con su veterinario para elaborar un plan de vacunación adecuado para la salud, el estilo de vida y el entorno de vida de su gato. El seguimiento cercano después de la vacunación y la detección temprana de signos inusuales ayudarán a prevenir y tratar las complicaciones de manera oportuna.