Los sarcomas de tejidos blandos (STS, por sus siglas en inglés) son un grupo de más de 60 tipos diferentes de tumores que pueden originarse en cualquier parte del cuerpo humano y afectar a personas de todas las edades. Desde los músculos esqueléticos, el tejido graso, la sangre y los vasos linfáticos hasta el tejido conectivo y los nervios periféricos, estos tumores pueden variar desde lipomas benignos hasta angiosarcomas metastásicos malignos. El verdadero desafío en el diagnóstico de estas afecciones radica en que varias condiciones no malignas imitan a los STS. Los sarcomas de tejidos blandos se clasifican según su ubicación en el tronco y las extremidades o en el espacio retroperitoneal. La mayoría de los STS ocurren de forma espontánea. Sin embargo, se han identificado mutaciones genéticas, radiación y exposiciones ambientales como causas.
La mayoría de los tumores de tejidos blandos son benignos y no causan síntomas graves. Sin embargo, algunos tumores de tejidos blandos pueden crecer mucho y ejercer presión sobre los órganos o nervios cercanos, lo que provoca dolor o molestias. En raras ocasiones, los tumores de tejidos blandos pueden ser malignos y tener la capacidad de metastatizarse a otras partes del cuerpo.
La ubicación de un tumor de tejido blando en la espalda generalmente no está relacionada con el vómito de sangre (hematemesis). El vómito de sangre suele ser un signo de problemas en el tracto gastrointestinal superior, como úlceras pépticas, várices esofágicas o cáncer de estómago.
Si bien los tumores de tejidos blandos en la espalda rara vez causan vómito de sangre, es importante que un médico evalúe cualquier bulto nuevo para descartar causas subyacentes más graves. El diagnóstico generalmente implica un examen físico, estudios de imagen (como resonancia magnética o tomografía computarizada) y una biopsia para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento de los sarcomas de tejidos blandos en la espalda depende de varios factores, incluido el tipo de tumor, el tamaño, la ubicación y el grado de malignidad. La extirpación quirúrgica es el tratamiento principal para la mayoría de los sarcomas de tejidos blandos. La radioterapia y la quimioterapia también se pueden utilizar en algunos casos, especialmente para tumores malignos.
Para los tumores de tejidos blandos benignos, el pronóstico generalmente es bueno. Sin embargo, incluso los tumores benignos pueden reaparecer después de la extirpación quirúrgica, especialmente si no se extirpan por completo. Para los tumores de tejidos blandos malignos, el pronóstico depende del tipo de tumor, el estadio y el grado de metástasis. La detección y el tratamiento tempranos aumentan significativamente las posibilidades de supervivencia.
Dado que el vómito de sangre no es un síntoma típico de los sarcomas de tejidos blandos en la espalda, es importante buscar atención médica de inmediato si experimenta este síntoma. Un médico puede evaluar adecuadamente su condición y determinar la causa del vómito de sangre, ya sea que esté relacionado con un tumor gastrointestinal u otra afección.