El roble es famoso por su diversidad de colores, formas y tamaños, sirviendo de hogar para muchos insectos, como la avispa agalladora del roble de California. Sus colores pueden variar desde un crema pálido con suaves toques rosados hasta un ámbar intenso, dependiendo de factores como la luz solar, el entorno y la edad del árbol.
Al recolectar agallas de roble, es importante tener en cuenta algunas cosas para proteger el ciclo de vida de los insectos y mantener los recursos naturales. No se deben recoger las agallas de roble cuando aún están verdes, ya que esto matará a las larvas de avispa agalladora que hay dentro. El momento ideal para la cosecha es en agosto, septiembre u octubre, e incluso puede ser más tarde, a principios de diciembre, si hay sequía. Es mejor recoger las agallas de roble antes de que llueva mucho, ya que el agua de lluvia eliminará los valiosos taninos de la agalla.
Solo se deben elegir las agallas de roble que tengan pequeños agujeros en la cáscara, señal de que las avispas agalladoras ya han eclosionado y se han ido a poner huevos. La recolección cuidadosa y consciente es muy importante. La regla básica es tomar solo la mitad de las agallas de roble como máximo, dejando una parte para el desarrollo natural y compartiendo los recursos con el medio ambiente. Si solo quedan unas pocas agallas, déjelas en el árbol.
Sea gentil al recoger las agallas de roble, evitando romper las ramas. Normalmente, basta con girar ligeramente para que la agalla se separe de la rama. Si encuentra un hermoso grupo de agallas de roble en una rama muerta, puede usar tijeras de podar para cortarlo y añadirlo a su colección. Recuerde limpiar las tijeras de podar antes de usarlas en otro árbol para evitar la propagación de enfermedades.
Una de las cosas interesantes de las agallas de roble es su alto contenido en taninos, una sustancia que puede utilizarse como mordiente (fijador de color) o tinte natural. Las agallas de roble combinadas con hierro crean un color gris frío con tonos púrpura en tejidos blancos. Para obtener un color más oscuro, pruebe a teñir tela de lino natural. La combinación de agallas de roble y extracto de ébano creará el hermoso color de un cielo nocturno mágico.
Kristine Vejar y Adrienne Rodriguez compartieron una receta para usar agallas de roble como mordiente en el libro "Journeys In Natural Dyeing". Este es un libro maravilloso para aquellos que aman teñir tejidos naturales. Además, Botanical Colors tiene una excelente entrada de blog sobre "10 Tannins That Don’t Need A Mordant" para que aprenda más sobre los taninos. Las hojas, las bellotas y las agallas de roble crean diferentes colores. Dependiendo de la especie de roble, las hojas también crean colores únicos propios. La madera de roble realmente crea una rica paleta de colores.