Las lesiones agudas de tejidos blandos varían mucho en tipo y gravedad. Cuando ocurre una lesión aguda, el tratamiento inicial con el método RICE suele ser muy eficaz. RICE son las siglas en inglés de Reposo (Rest), Hielo (Ice), Compresión (Compression) y Elevación (Elevation).
- Reposo. Deje de realizar la actividad que causó la lesión. Si la lesión es en la pierna, su médico puede recomendarle que use muletas para evitar cargar peso.
- Hielo. Aplique una bolsa de hielo durante 20 minutos a la vez, varias veces al día. No aplique hielo directamente sobre la piel.
- Compresión. Para ayudar a prevenir la hinchazón y la pérdida adicional de sangre, utilice un vendaje de compresión elástico.
- Elevación. Para reducir la hinchazón, eleve la zona lesionada por encima del nivel del corazón mientras descansa.
Un esguince es un estiramiento y/o desgarro de un ligamento, una banda resistente de tejido conectivo que une un extremo de un hueso con otro. Los ligamentos estabilizan y sostienen las articulaciones del cuerpo. Por ejemplo, los ligamentos de la rodilla conectan el fémur con la tibia, lo que le permite caminar.
Las zonas del cuerpo más propensas a los esguinces son los tobillos, las rodillas y las muñecas. Los esguinces de tobillo pueden producirse cuando el pie gira hacia dentro, lo que provoca una tensión extrema en los ligamentos de la parte externa del tobillo. Los esguinces de rodilla pueden deberse a un giro repentino, y los esguinces de muñeca pueden producirse si se cae sobre una mano extendida.
Los esguinces se clasifican por grados según su gravedad:
- Esguince de grado 1 (leve): Estiramiento leve y algún daño en las fibras del ligamento.
- Esguince de grado 2 (moderado): Desgarro parcial del ligamento. Hay una laxitud anormal en la articulación cuando se mueve de ciertas maneras.
- Esguince de grado 3 (grave): Desgarro completo del ligamento. Esto puede causar una inestabilidad significativa.
Aunque la intensidad varía, el dolor, los hematomas, la hinchazón y la inflamación son síntomas comunes de los tres tipos de esguinces. El tratamiento de los esguinces comienza con el método RICE y fisioterapia. Los esguinces de grado moderado suelen requerir un período de inmovilización con una férula (por ejemplo, se puede usar una bota ortopédica CAM para sostener e inmovilizar un tobillo esguinzado). Los esguinces más graves pueden requerir cirugía para reparar los ligamentos desgarrados.
Un desgarro muscular es una lesión en un músculo y/o tendón. Los tendones son cuerdas fibrosas de tejido que unen los músculos a los huesos. Los desgarros musculares suelen producirse en la espalda o las piernas (a menudo en los isquiotibiales).
Al igual que los esguinces, un desgarro muscular puede ser un simple estiramiento excesivo de un músculo o tendón, o puede implicar un desgarro parcial o total de estas estructuras. Los síntomas de un desgarro muscular pueden incluir dolor, espasmos musculares, debilidad muscular, hinchazón, inflamación y calambres.
- El fútbol, el hockey, el boxeo, la lucha libre y otros deportes de contacto ponen a los atletas en riesgo de sufrir desgarros de los isquiotibiales, al igual que los deportes con arranques rápidos, como las vallas, el salto de longitud y las carreras de velocidad.
- Los desgarros de los músculos de la pantorrilla son comunes entre los corredores, así como en los deportes que implican mucha carrera, como el fútbol, el tenis y el baloncesto.
- La gimnasia, el tenis, el remo, el golf y otros deportes que requieren mucha fuerza de agarre tienen una alta tasa de esguinces de muñeca.
- Los desgarros musculares de codo son comunes en los deportes de raqueta, de lanzamiento y de contacto.
El tratamiento recomendado para los desgarros musculares es el mismo que para los esguinces: reposo, hielo, compresión y elevación. Esto debe ir seguido de ejercicios suaves para aliviar el dolor y restaurar la movilidad. Puede ser necesaria la cirugía para los desgarros más graves.
Los hematomas se producen cuando un objeto contundente golpea directamente (o repetidamente) una parte del cuerpo, magullando las fibras musculares y el tejido conectivo subyacente sin romper la piel. Los hematomas pueden deberse a caídas o a golpes del cuerpo contra una superficie dura. La decoloración de la piel se debe a la acumulación de sangre alrededor de la lesión.
La mayoría de los hematomas son leves y responden bien al método RICE. Si los síntomas persisten, se debe buscar atención médica para prevenir el daño permanente al tejido blando dañado.